21.2.07

BMW, una leyenda viva

El Museu de la Moto de Bassella acaba de inagurar una exposición monográfica sobre la marca alemana BMW, una leyenda viva. Una leyenda porque en su larga trayectoria, la marca alemana ha representado siempre un papel de icono en el mundo de las dos ruedas, con un prestigio que le ha permitido sobrevivir con la cabeza bien alta incluso en momentos de crisis. En 1917 aparece por primera vez el nombre de BMW (Bayerische Motoren Werke – Fábrica Bávara de Motores), fruto de la fusión de la fábrica de motores de aviación BFW con la de aeroplanos Gustav Otto. Los propulsores BMW alcanzan gran prestigio en la I Guerra Mundial, equipando entre otros al famoso triplano Fokker del “Barón Rojo” y de hecho, el emblema de BMW representa el giro de una hélice con los colores de la bandera de Baviera. En 1923 aparece la primera motocicleta BMW la R32, obra del ingeniero Max Friz que fundió todas las ideas que tenía en su mente, aplicando también una gran dosis del refinamiento mecánico que le había hecho celebre y creó la R32, una moto con chasis tubular de doble cuna que a su motor bóxer transversal de 500 cc unía un revolucionario conjunto de embrague y cambio de estilo automovilístico y una transmisión secundaria por cardán, con el fin de simplificar el mantenimiento y la operación de desmontaje de la rueda. Un esquema que marcaría definitivamente la trayectoria de BMW y que se ha mantenido hasta ahora.
Viva, porque hoy BMW dispone de una gran variedad de modelos en las más diversas categorías. En la exposición del Museo de la Moto de Bassella se da un amplio repaso a la historia de BMW, con una refinadísima selección de cincuenta motocicletas de todos los tiempos que reflejan, el pasado, el presente o incluso el futuro de la marca.
¿Y por qué hablamos de ésto aquí? Aparte de porque nos gustan las motos, porque en esta exposición también está representado nuestra realidad más tuning con la Snake 1150, una transformación completa de una BMW realizada por Cas Racing.

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El Museu de la Moto de Bassella acaba de inagurar una exposición monográfica sobre la marca alemana BMW, una leyenda viva. Una leyenda porque en su larga trayectoria, la marca alemana ha representado siempre un papel de icono en el mundo de las dos ruedas, con un prestigio que le ha permitido sobrevivir con la cabeza bien alta incluso en momentos de crisis. En 1917 aparece por primera vez el nombre de BMW (Bayerische Motoren Werke – Fábrica Bávara de Motores), fruto de la fusión de la fábrica de motores de aviación BFW con la de aeroplanos Gustav Otto. Los propulsores BMW alcanzan gran prestigio en la I Guerra Mundial, equipando entre otros al famoso triplano Fokker del “Barón Rojo” y de hecho, el emblema de BMW representa el giro de una hélice con los colores de la bandera de Baviera. En 1923 aparece la primera motocicleta BMW la R32, obra del ingeniero Max Friz que fundió todas las ideas que tenía en su mente, aplicando también una gran dosis del refinamiento mecánico que le había hecho celebre y creó la R32, una moto con chasis tubular de doble cuna que a su motor bóxer transversal de 500 cc unía un revolucionario conjunto de embrague y cambio de estilo automovilístico y una transmisión secundaria por cardán, con el fin de simplificar el mantenimiento y la operación de desmontaje de la rueda. Un esquema que marcaría definitivamente la trayectoria de BMW y que se ha mantenido hasta ahora.
Viva, porque hoy BMW dispone de una gran variedad de modelos en las más diversas categorías. En la exposición del Museo de la Moto de Bassella se da un amplio repaso a la historia de BMW, con una refinadísima selección de cincuenta motocicletas de todos los tiempos que reflejan, el pasado, el presente o incluso el futuro de la marca.
¿Y por qué hablamos de ésto aquí? Aparte de porque nos gustan las motos, porque en esta exposición también está representado nuestra realidad más tuning con la Snake 1150, una transformación completa de una BMW realizada por Cas Racing.